Es curioso lo que sucede cuando alguien quiere cambiar.
Desde hace mucho que deseaba cambiar..
Pero la oportunidad no llegaba, o simplemente yo no dejaba que llegase.
Y el tiempo continuó,
como siempre lo hizo,
no fue astuto, solo voló,
como dicen "El tiempo vuela".
Y fui creciendo y me asustaba cada vez más.
Y fui sufriendo y dolía cada vez más.
Pero yo seguía firme..
Me decía que las chicas grandes no se rompen fácilmente.
Pero al perderles, al perderme, sólo me rompí.
Y no me rompí en dos, como siempre dicen.
Me rompí como los vasos de vidrios, de esos que caen desde mucha altura,
en miles de pedacitos bien pequeños, casi microscópicos.
Quise cambiar.
De veras, quería cambiar cada ángulo de mi ser.
Todo daño, curarlo.
Pero me asusté.
Quería estar sola, no lo entendía.
Me molestaba cada vez más estar rodeada.
Me molestaba ¡hasta incluso que me hablasen!.
Y necesito parar. "Esto no puede seguir así..." me decía.
Es curioso, y no porque quisiese saber.
Estoy creciendo a puñaladas.
Estoy creciendo a pasos gigantescos.
Crezco y por Dios no paro de crecer.
Sigo esperando el momento
En que deje de crecer.
Y me pare a observar.
Sólo observar mi vida
Y así poder rescatar un poco de mí
De lo poco que quedó luego de mi cambio
Para así, poder adaptarlo
Y completarme.
Como siempre me quise
Completa.