Tus palabras me hacen acordar a las nubes, las veo, son hermosas, pero a la vez tan lejos, tan inalcanzables.
Estuve un tiempo pensando en todo lo que me dices y como me haces sentir, por más que cada día me confunda y me sienta mal, no podré decirte como me siento al respecto por que prefiero que sea así a perderte.
Luego me digo que dejaré de hablarte y todavía sigo hablando con vos, bromeando y hablando de las chicas que te gustan, de los chicos de los que no me gustan, intercambiando concejos y yo haciendo lo posible para que estés con ellas.
Tal vez conmigo también sea un chico de palabras lindas, vaya que si son lindas...
Pero que le puedo hacer a mi corazón, es tonto e iluso, volvió a caer de vuelta en oraciones sin sentido y besos lanzados en mal dirección.
Soy totalmente vulnerable y me repito día a día que solo somos amigos, que esto no avanzará más y me quedo tranquila hasta el momento en el que me hablas. Es casi loco la sonrisa que me sacas, y es devastador no verte, ni saber de vos en el día. Te extraño tanto y es feo sentirme así por que soy cociente de que no soy correspondida.