Atiende: yo no soy el perro faldero de absolutamente nadie.

No quiero volver a tener esa sensación. Esa sensación de sentirte colgada de alguien, de estar lamiéndole el culo todo el santo día, de sentirte una imbécil cada vez que le ves hablar con otra, celosa y a la vez confusa.
No quiero volver a caer en las redes del amor. Un día cualquiera me desperté y me dije a mí misma: ya no le quiero. Y soy feliz así, con mi nuevo pensamiento, que ahora puebla mi cabeza y la complementa. Ya era hora de volver en sí, era presa suya y vivía si él vivía, si no, yo moría. Estaba muy pillada por él y eso me impedía hacer muchas cosas y sobretodo me oprimía, como si fueran unas cuerdas que no me dejaban respirar. Ahora puedo decir que he cambiado, me siento una mujer nueva, rejuvenecida, con una nueva forma de pensar y sobretodo, sonrío más y soy más feliz. Aunque también han habido momentos buenos que suelo no recordar para no llorar y creer que me he equivocado con mi decisión. Porque después de esto ya no voy a volver atrás, voy a renovar mi vida y voy a intentar mejorar día a día. Voy a intentar mirar a los ojos a la gente y poder decirles que les quiero sin que eso implique nada, quiero poder amar y ser amada, quiero ser feliz y que las personas de mi alrededor lo sean junto a mí. Quiero tantas cosas en tan poco tiempo que al final te haces un lío y no sabes ni lo que quieres. Si le quieres realmente, si no, si te sientes mal, bien.. yo que sé, un sinfín de cosas que te lían la cabeza. Ahora hay que afrontar la realidad y darle una patada en el culo al amor. Repito, quiero ser feliz, ya sea con vos o sin vos. Si ahora estás arrepentido, lo siento, ya no te quiero y lo más importante: Ya no te voy a volver a querer más, ni en un millón de años. Y sabes por qué. Atiende: yo no soy el perro faldero de absolutamente nadie.