A veces quisiera que todo fuera como antes en el comienzo cuando me amabas y lo expresabas con tus besos, tus caricias, tus palabras y en ese momento yo sentía tu calidez y tu amor, aunque la vida nos haya llevado por distintos rumbos, mi amor nunca se extinguió, simplemente se transformó.
Siento que después de tantos años, tantas dichas y tristezas compartidas aún te sigo amando con tanta intensidad, anhelo sentirme cada día en tus brazos, dormir en tu regazo y respirar ese aroma tuyo que me vuelve loca, sé que el amor nunca se impone y yo sufro cada día en silencio porque mi felicidad no es la tuya. Todos estos días he llorado amargamente mañana, tarde y noche, buscando nuevas ideas y estrategias para que no me abandones, para no volver a sentir la soledad en mis días, juro ante Dios que te amo y que mi único pecado es adorarte y ser una tonta perdedora, que no puede con el transcurrir de los días idearse esa fórmula fantástica para verte feliz. Siento miedo que otra me robe lo que en mi corazón siento que es mío y que tú reprochas tanto, que su piel se junte con la tuya y la ilusión nuble nuestro horizonte, te amo y si existiera otra palabra para expresarte el acto tan sublime de sentir que existe alguien más importante que uno mismo la diría. Sólo me encuentro en una encrucijada para lograr que todo vuelva a ser como al principio..