déjame ser solamente tuya y de mi lado no te vayas jamás.

Mírate nada más. Estás ahí, tan lejos de mí, pero tan cerca a la vez, me miras y sonríes, sigues haciendo lo tuyo y por dios que hermoso que estas.
Estuve toda la vida descifrando mis penas, ya que de mucha suerte no soy. Desde que llegaste, todos los días pude sonreír, pude reír, encontrar en todas las cosas un sentido maravilloso. Desde que llegaste, cada día tengo una meta, y es pensar en el mayor tiempo posible en vos. Desde que llegaste conocí caricias nuevas, besos extraordinarios, conocí mi piel de gallina. Desde que llegaste me paso las horas, minutos, segundos imaginándome con vos, besándote, abrazándote y tocándote el pelo. Desde que llegaste pude ser yo. Me conocí a mi misma. Me trajiste mucha seguridad, me hiciste crecer, me hiciste llorar, sufrir, amar, me hiciste todo. Pude ver con claridad mi mundo, creaste en mí sensaciones nuevas.
Desde que llegaste no me paso las tardes en casa, viendo como mi desamor crece, te conocí y no te dejaré ir. Serás lo que más cuidaré. Sí lo sé, una enferma en romanticismo, pero es lo que trato de ser, trato de aprender a cuidar lo que se me otorga y voy a hacerte muy feliz. Tan solo quédate a mi lado, ayúdame a ser feliz solo con vos, no dejes que conozca otros brazos, no permitas que me besen otros labios, no dejes que respire otro aire, déjame ser solamente tuya y de mi lado no te vayas jamás.