Cuanto lo necesitaba y por lastima nunca lo pedí ni mucho menos lo recibí.

Hace tiempo aprendí a sonreír cuando en realidad quería llorar. Entendí como actuar bien cuando en realidad me sentía fatal. Comprendí que de nada me servia gritar y comencé a callar. A callar que no quería mas este sufrimiento que solo me mataba y me hacia actuar de la manera más tonta y estúpida que podría existir. Todo por alguien que no me supo amar y solo me trajo algo más que ocultar llenando este baúl de recuerdos sin sentido. De recuerdos de delirios de cuando me siento perdida. Trataba de estar bien y sin que nadie se diera cuenta comenzaba a llorar. Tal vez por miedo a que alguien me tuviera lastima aparentaba estar bien cuando necesitaba que alguien quien fuera me abrazara y me dijera "no llores mas, no quiero verte sufrir por que eres importante para mi". Cuanto lo necesitaba y por lastima nunca lo pedí ni mucho menos lo recibí.